La misma semana en que el complejo de entretenimiento Distrito T-Mobile, en Miramar, se disponía a estrenar su sala de espectáculos Coca-Cola Music Hall, el gobierno de Puerto Rico ordenó cerrar gran parte del sector público y privado para evitar la propagación del coronavirus COVID-19. Así, quedó detenido un proyecto que estaba en la recta final y en cuyo desarrollo se han invertido $150 millones.
El complejo, que tiene planificado contar con ocho salas de cine, una sala de conciertos, un “zipline” de realidad aumentada, una plaza central de 50,000 pies cuadrados con la pantalla LED más grande del Caribe, un hotel y más de 15 bares, restaurantes y otras experiencias, ahora prevé su apertura oficial para el cuarto trimestre de este año, declaró Federico Stubbe, hijo, presidente de PRISA Group, empresa local desarrolladora del proyecto.